Guardias de sanatorios y hospitales saturadas de dudas, impaciencias, preocupaciones.
Frente de escuelas vacios. Niños en las casas. Embarazadas atentas.
Algunos ciudadanos precavidos. Unos usando barbijos, otros tapados con sus anchas bufandas. Tantos otros como sí nada.
Veredas ocupadas por filas eternas alrededor de bancos y centros de pago.
Pasillos de supermercados con amplios espacios para circular.
Suspensión de actividades culturales.
Medios de comunicación saturados de información sobre la pandemia: entrevistas a especialistas, cuadros, audios, videos, estadisticas, cifras, fotos...
Las ciudades conviven con una situación un tanto desconocida. La gente tiene más preguntas que respuestas.
En medio de una alarma nacional por el avance de la Gripe A H1N1 ¿Se puede mantener la calma?
Invito a mis queridos lectores a participar compartiendo sus vivencias, experiencias, quejas, inquietudes o simplemente su opinión sobre lo que está ocurriendo.
¡Lo que tengan para decir será bienvenido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario