Sabiendo que la gran mayoría de las victimas mantienen oculto lo que les pasó hasta llegar a la adultez, es muy importante que los profesionales sepan comprender el lenguaje de los niños abusados, que a su manera comunican lo que están viviendo.
Sin que sientan miedo, hay que hablar con ellos y estar atentos a los síntomas o pequeñas señales que pueden alertar, como:
- pérdida de apetito;
- llantos frecuentes sobre todo relacionados con situaciones afectivas o eróticas;
- miedo a estar solo, con hombres o con un determinado miembro de la familia;
- rechazo al padre o a la madre de forma repentina;
- cambios bruscos de conducta;
- resistencia a desnudarse o a bañarse;
- aislamiento y rechazo de las situaciones sociales;
- problemas escolares o rechazo a la escuela;
- fantasías o conductas regresivas;
- tendencia al secretismo;
- agresividad, fugas o acciones delictivas;
- y autolesiones o intentos de suicidio;
- rechazo de las caricias, de los besos y del contacto físico;
- conducta seductora;
- conductas precoces o conocimientos sexuales inadecuados para su edad; i
- nterés exagerado por los comportamientos sexuales de los adultos;
- agresión sexual de un menor hacia otros menores.
También es muy importante la prevención del abuso sexual, es decir, inculcar a los niños enseñanzas e indicaciones para ser menos vulnerables. En el sitio de la Asociación Alfonsina Storni hay una publicación donde se organizó un Plan de Prevención de acuerdo a cada edad. Este propone que a los 18 Meses se enseñe al niño los nombres apropiados de cada parte del cuerpo.
A partir de los 3 y hasta los 5 años se le indique a su niño las "partes privadas" del cuerpo y a decir "NO" a cualquier oferta sexual. También hay que darle respuestas directas a sus preguntas acerca del sexo.
Cuando el alcance los 5, y hasta los 8 años, hay que explicarle la seguridad lejos de casa y la diferencia entre el cariño bueno y un cariño malo. Incluso hay que alentarlo para que hable de experiencias que le hayan dado miedo.
De los 8 a los 12 años se le tiene que enseñar la seguridad personal. Explicarle las reglas de conducta sexual aceptadas por la familia.
Desde los 13 y hasta los 18 años hay que seguir destacando la seguridad personal. Explícarle los temas como la violación, las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos.
Ante la angustia que produce el abuso sexual en la vida de un niño, más si se trata de alguien conocido o perteneciente al seño familiar como lo es en el 85 % de los casos, suele presentarse generalmente en él la idea de que la familia se desintegrará si el descubre al abusador o que otros miembros de la familia sentirán ira, celos o vergüenza, o simplemente desconfiarán. De ahí la importancia de la contención a tiempo.
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