BULLYING: Un fenómeno muy frecuente en las escuelas

La palabra bullying significa intimidación.

“Se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. El que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, etc., y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años”, sostiene la pagina web Guía Infantil.
La victima de este maltrato sufre acoso fisico y psicológico: burlas, insultos, falta de respeto, golpes. Es aislado, discriminado, intimidado, humillado, agredido, maltratado, extorsionado. Los casos de bullying crecen y muchas de las victimas terminan con el peor de los finales: el suicidio.

Las consecuencias para las victimas son:

• actitudes pasivas;
• problemas psicosomáticos;
• depresión;
• baja autoestima;
• trastornos emocionales;
• ansiedad;
• pensamientos suicidas;
• pérdida de interés por las cuestiones relativas a los estudios que puede derivar en un fracaso escolar;
• trastornos fóbicos.

El acosador se siente superior porque tiene el apoyo de otros compañeros o bien porque sabe que el acosado no responde ante sus ataques. En la mayoría de los casos, el agresor es irritante, intolerante y compulsivo. Logran imponerse por medio de amenazas, la fuerza y el poder.

Las causas del bullying pueden ser:

• los modelos educativos a que son expuestos los niños;
• la ausencia de valores, límites y reglas de convivencia;
• en recibir punición o castigo a través de violencia o intimidación en sus hogares;
• creencia en que los problemas y las dificultades pueden solo ser resueltas por medio de la violencia.

Hay que tener presente que tanto la victima como el agresor sufren, por lo tanto ambos deben ser atendidos, escuchados y ayudados. Ante este fenómeno tanto la familia como la escuela pueden prevenir y/o controlar la situación.

En un principio, hay que abrir los ojos ante la realidad. Observar los comportamientos de los niños para detectar los indicios de un probable caso. Cuando un niño golpea, amenaza o subestima a un niño se debe intervenir para que esto no se repita.

Imagen extraida de: http://www.kipling.com.mx/primaria/Bullying.png