Pero más allá de eso, creo que los grandes acontecimientos demuestran su magnitud. Como pudo verse cuando fue el rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José de Chile o con el reciente fallecimiento del ex presidente argentino, Nestor Kirchner.
Creo que esto se da por la inmediatez de los mensajes y su amplia llegada, que hace que miles, millones de personas puedan comunicarse instantáneamente accediendo a este mundo digital.
Lo que es sorprendente es la manera en que una idea puede reproducirse, como lo fue días atrás la campaña que idearon dos internautas contra la violencia a niños y adolescentes, o la que promovía poner un lazo violeta para Ambas propuestas tuvieron una notoria aceptación.
En el caso de la campaña de los dibujos animados, las imágenes de Los Picapiedras, Garfield, La Pantera Rosa, y tantos otros personajes minaron los perfiles de muchos de los usuarios de Facebook, que decidieron adherir a esta simple invitación.
Así fue como se propagó por los muros un mismo mensaje: "Del 15 al 20 de noviembre cambia la foto de tu perfil de Facebook con un héroe de dibujos animados de tu infancia, e invita a tus amigos a hacer lo mismo… ¿el objetivo? Durante una semana no veremos solo una cara «verdadera» en Facebook, sino una invasión de recuerdos de infancia. ¡Venga, a cambiar las fotos!"
De esta manera se consiguió por un lado invadir la red de recuerdos, al volver a ver las imágenes de los entrañables personajes, algunos que ya ni se ven por las pantallas de TV. Pero también pareciera haberse logrado, de una manera simple, llegar a todas las edades con un mismo mensaje: terminar con la violencia infantil, en el marco del día de los derechos de los niños y adolescentes.
Me pregunto a que se debe su éxito: si realmente logran concientizar o son sólo llamados superficiales pero atractivos y originales, por lo que consiguen una adhesión popular. ¿Qué piensan?